Entendiendo la migraña y el aura
- giovannidicosmo
- 6 sept
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El caleidoscopio antes de la tormenta
Para muchos, la migraña es sinónimo de un dolor de cabeza pulsátil y debilitante. Sin embargo, para una minoría significativa de quienes la padecen (aproximadamente uno de cada cuatro), la experiencia está precedida o acompañada de un fenómeno neurológico conocido como "aura". Se trata de una alteración sensorial temporal, y su manifestación más común es visual.
El aura es una ventana temporal a los complejos mecanismos del cerebro, una experiencia sensorial que puede ser desconcertante y desorientadora. Es un evento surrealista que puede sentirse como mirar a través de una lente rota, un caleidoscopio o un espejo de feria.
Comprender estos efectos es el primer paso para controlarlos y reducir la ansiedad considerable que pueden causar. Para muchos, el espectáculo visual de un aura sirve como una señal de alerta crucial, una señal de que un ataque de migraña grave es inminente.
Las alucinaciones visuales de un aura migrañosa
El aura visual suele comenzar gradualmente y puede durar desde unos minutos hasta una hora. Suele comenzar como un pequeño punto brillante o una línea zigzagueante y brillante en el centro del campo visual, que luego se expande lentamente, a menudo desplazándose de un lado a otro del campo visual.
Los síntomas visuales comunes incluyen:
Patrones en zigzag o de "fortificación": Estos son quizás el síntoma más clásico del aura visual, a menudo descritos como líneas brillantes e irregulares, similares a las murallas almenadas de un castillo. Pueden ser de color o en blanco y negro, y pueden parecer flotar en la visión, a veces pulsantes o móviles. Este patrón, conocido médicamente como escotoma centelleante , es el sello distintivo del aura migrañosa visual.
Destellos de luz o estrellas: Quienes lo padecen pueden ver luces brillantes y centelleantes, destellos o estrellas que pueden ser muy perturbadores y oscurecer temporalmente su visión. Estos destellos pueden ser tan brillantes que resultan casi dolorosos de ver, aunque no estén físicamente presentes.
Puntos ciegos (escotomas): A medida que el aura se expande, puede crear un punto ciego temporal o una zona de visión distorsionada. El efecto visual puede aparecer como una zona vacía y brillante donde no se puede ver bien. Esto puede dificultar enormemente la lectura o incluso realizar tareas sencillas como caminar por una habitación y desorientarla.
Visión borrosa o nublada: Todo el campo visual puede distorsionarse o nublarse, lo que dificulta leer, enfocar o ver con claridad. El mundo puede parecer desenfocado, como si se mirara a través de una ventana empañada.
Efectos caleidoscópicos y alucinatorios: Algunas personas reportan ver imágenes, colores o formas fragmentadas o distorsionadas que no existen. Los objetos pueden parecer brillar o cambiar de tamaño, creando una experiencia verdaderamente surrealista e inquietante.
Es importante tener en cuenta que una migraña con aura suele afectar a ambos ojos simultáneamente. Si experimenta alteraciones visuales en un solo ojo, podría tratarse de una afección diferente y menos frecuente llamada migraña retiniana . Si bien ambas se relacionan con cambios en los vasos sanguíneos, el efecto de una migraña retiniana en un solo ojo puede ser un signo de otras afecciones más graves y debe ser examinada por un médico.
La línea de tiempo: un proceso de cuatro etapas
Una migraña con aura suele desarrollarse en varias etapas, y comprenderlas puede ayudar a controlar un ataque. El ciclo completo puede durar desde unas pocas horas hasta varios días.
Pródromo (Señales de alerta): Esta fase puede comenzar hasta 24 horas antes del aura y la cefalea. Los síntomas suelen ser sutiles y pueden incluir cambios de humor (irritabilidad o euforia), antojos, rigidez de cuello, bostezos frecuentes o fatiga. Es una importante señal temprana de que se aproxima un ataque, y para quienes aprenden a reconocer estas señales, puede ser un momento crucial para tomar medidas preventivas.
Aura: Como se mencionó, este es el trastorno neurológico que precede al dolor de cabeza. Suele desarrollarse gradualmente durante 5 a 20 minutos y durar menos de una hora. Los síntomas visuales son los más comunes, pero también pueden presentarse otras sensaciones como hormigueo o entumecimiento en la cara, la mano o el brazo, o incluso dificultad para hablar (afasia). En ocasiones, el aura puede presentarse incluso sin dolor de cabeza, un fenómeno conocido como «migraña silenciosa».
Dolor de cabeza: La fase de cefalea suele seguir al aura. Suele ser un dolor pulsátil de moderado a intenso, generalmente en un lado de la cabeza, y puede durar desde unas pocas horas hasta tres días. Suele ir acompañado de náuseas, vómitos y una sensibilidad extrema a la luz ( fotofobia ) y al sonido ( fonofobia ). Durante esta fase, incluso el más mínimo ruido o cambio de luz puede resultar insoportable, lo que lleva a quienes lo padecen a buscar una habitación oscura y tranquila.
Posdromo (La "resaca migrañosa"): Una vez que el dolor de cabeza remite, muchas personas experimentan una "resaca migrañosa". Esta puede durar uno o dos días y se caracteriza por una sensación de agotamiento, fatiga, dificultad para concentrarse y una falta general de agudeza mental. Algunos la describen como una sensación de niebla en el cerebro.

Desencadenantes y causas
Si bien la causa exacta de las migrañas con aura sigue siendo objeto de investigación, se cree que está relacionada con una onda de actividad eléctrica o química que se propaga por la corteza cerebral. Este fenómeno, conocido como depresión cortical propagada , altera temporalmente la función cerebral normal, lo que provoca las alteraciones sensoriales del aura.
Muchos de los mismos factores que desencadenan una migraña común también pueden desencadenar un aura. Identificar y evitar estos desencadenantes es fundamental para el manejo de la migraña. Entre los desencadenantes comunes se incluyen:
Estrés: Tanto las situaciones de mucho estrés como la relajación repentina después de un período de estrés pueden ser un desencadenante importante.
Estímulos sensoriales: Las luces brillantes o parpadeantes (como las de las pantallas de computadora o las bombillas fluorescentes), los olores fuertes y los ruidos fuertes son culpables bien conocidos.
Cambios en el sueño: Dormir demasiado o muy poco puede alterar el ritmo cerebral y desencadenar un ataque. Se recomienda mantener un horario de sueño constante.
Fluctuaciones hormonales: Para las mujeres, los cambios en los niveles de estrógeno durante su ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia son un desencadenante muy común.
Ciertos alimentos y bebidas: El vino tinto, el queso curado, las carnes procesadas y los alimentos con aditivos como el glutamato monosódico se han relacionado como posibles desencadenantes. La deshidratación también es un factor importante, por lo que mantenerse bien hidratado es crucial.
Cambios climáticos: Las fluctuaciones en la presión barométrica, los cambios repentinos de temperatura o los vientos fuertes también pueden ser un desencadenante para algunas personas.
Qué hacer cuando experimentas un aura
Si experimentas un aura, especialmente por primera vez, puede ser una experiencia inquietante. Lo más importante es mantener la calma y seguir un plan de acción preestablecido:
Deje de hacer lo que esté haciendo: Si conduce, deténgase de forma segura. Si está trabajando en una computadora, guarde su trabajo y aléjese. Continuar realizando tareas complejas puede empeorar los síntomas y aumentar la ansiedad.
Busque un lugar oscuro y tranquilo: Busque una habitación tranquila y oscura donde pueda recostarse y descansar. Esto puede ayudar a minimizar la sobrecarga sensorial que suele acompañar a la migraña y a prevenir que el dolor de cabeza se agrave.
Tome su medicación: si le han recetado medicamentos para la migraña aguda, como triptanes, tomarlos ante la primera señal de aura a veces puede prevenir que se desarrolle el dolor de cabeza o reducir significativamente su gravedad.
Manténgase hidratado: la deshidratación es un desencadenante común, por lo que beber agua puede ser útil.
Es fundamental consultar con un médico de cabecera o un neurólogo si experimenta un aura por primera vez, ya que deberán descartar afecciones más graves con síntomas similares, como un miniaccidente cerebrovascular (AIT) o una convulsión. Si bien el aura es un signo clásico de migraña, un patrón nuevo o cambiante de síntomas siempre requiere atención médica.
Vivir con migraña con aura requiere un enfoque proactivo. Llevar un diario de migraña para identificar los posibles desencadenantes, comprender sus síntomas personales y colaborar con un profesional de la salud para desarrollar un plan de manejo son pasos vitales para recuperar el control y reducir el impacto que esta compleja afección tiene en su vida. El espectáculo visual del aura puede ser desconcertante, pero con el conocimiento y las herramientas adecuadas, puede convertirse en una señal predecible, permitiéndole prepararse para la tormenta y encontrar alivio de forma más eficaz.


