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Fiebre del heno y salud ocular

Actualizado: 28 oct 2024


La fiebre del heno, también conocida como rinitis alérgica, es una afección común que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente durante los meses de primavera y verano, cuando los niveles de polen son altos. Si bien la fiebre del heno suele asociarse con estornudos, goteo nasal y congestión, uno de sus síntomas más incómodos afecta a los ojos. Este blog explora la relación entre la fiebre del heno y la salud ocular, brindando información sobre los síntomas, las causas y las estrategias de tratamiento efectivas.

Cómo afecta la fiebre del heno a los ojos

Cuando se padece de fiebre del heno, el sistema inmunitario identifica erróneamente sustancias inofensivas como el polen, los ácaros del polvo o la caspa de las mascotas como amenazas. En respuesta a estos alérgenos, el cuerpo libera histamina, que desencadena una serie de síntomas. Los síntomas oculares más comunes de la fiebre del heno incluyen:

Picor en los ojos Picor persistente alrededor de los ojos Enrojecimiento Los ojos pueden verse inyectados en sangre debido a la inflamación de los vasos sanguíneos Ojos llorosos El lagrimeo excesivo es una respuesta natural a los alérgenos y puede hacer que la visión sea borrosa.

Párpados hinchados Puede aparecer hinchazón alrededor de los ojos, haciéndolos sentir pesados e incómodos.

Sequedad Por el contrario, algunas personas pueden experimentar ojos secos, ya que la película lagrimal se altera por la reacción alérgica.


Estos síntomas, conocidos colectivamente como conjuntivitis alérgica, pueden afectar significativamente las actividades diarias, dificultando trabajar, conducir o disfrutar de actividades al aire libre.

Desencadenantes

Los ojos son especialmente vulnerables a los alérgenos porque están expuestos al medio ambiente. Esta exposición alérgica desencadena una respuesta inmunitaria que provoca inflamación e irritación. Algunos alérgenos transportados por el aire que pueden causar conjuntivitis por fiebre del heno son:

Polen El polen de la hierba, los árboles y las malas hierbas son los principales culpables durante las distintas estaciones. Ácaros del polvo Estas diminutas criaturas proliferan en la ropa de cama, los tapizados y las alfombras. Caspa de mascotas Las proteínas que se encuentran en las escamas de la piel, la saliva y la orina de las mascotas pueden provocar reacciones alérgicas. Esporas de moho El moho prolifera en ambientes húmedos y puede liberar esporas que irritan los ojos.





Cómo controlar la fiebre del heno y proteger los ojos

Si bien la fiebre del heno puede ser un problema persistente, existen varias estrategias que puede utilizar para proteger sus ojos y controlar los síntomas de manera eficaz:

  1. Evite los alérgenos

  • Permanezca en espacios interiores durante las horas pico de polen: los niveles de polen suelen ser más altos temprano por la mañana y a última hora de la tarde. Intente limitar las actividades al aire libre durante estos períodos.

  • Use gafas de sol: usar gafas de sol envolventes puede ayudar a proteger sus ojos del polen y otros alérgenos transportados por el aire.

  • Mantenga las ventanas cerradas: mantenga cerradas las ventanas de su casa y del automóvil. Utilice el aire acondicionado con un filtro limpio para que circule el aire.

  • Lávese las manos y la cara regularmente: esto ayuda a eliminar el polen que pueda haberse depositado en su piel, reduciendo así la posibilidad de que le irrite los ojos.


  1. Medicamentos


  • Gotas oftálmicas antihistamínicas: pueden proporcionar un alivio rápido de la picazón y el enrojecimiento al bloquear los efectos de la histamina.

  • Antihistamínico oral: Los medicamentos de venta libre pueden reducir los síntomas alérgicos generales, incluidos aquellos que afectan los ojos.

  • Descongestionantes: pueden ayudar a reducir la hinchazón y el enrojecimiento, pero sólo deben usarse durante períodos cortos.

  • Gotas oftálmicas recetadas: si las opciones de venta libre no son efectivas, su médico puede recetarle gotas oftálmicas antiinflamatorias o estabilizadoras de mastocitos más fuertes.


  1. Remedios caseros

  • Compresas frías : aplicar un paño frío y húmedo en los ojos puede ayudar a aliviar la picazón y reducir la hinchazón.

  • Lágrimas artificiales: pueden ayudar a eliminar los alérgenos y proporcionar humedad a los ojos secos e irritados.

  • Humidificadores: usar un humidificador en casa puede ayudar a mantener el aire húmedo, lo que puede reducir la irritación ocular.


  1. Mantener la higiene ocular

  • Evite frotarse los ojos: aunque pueda ser tentador, frotarse los ojos puede empeorar la irritación.

  • Limpia tus párpados: usar un limpiador suave e hipoalergénico puede ayudar a eliminar cualquier alérgeno que pueda haberse depositado en tus pestañas y párpados.

  • Reemplace los lentes de contacto con frecuencia: si usa lentes de contacto, cámbielos por anteojos durante la temporada de fiebre del heno o use lentes desechables diarios para minimizar la exposición a los alérgenos.

Buscando asesoramiento de expertos

Si los síntomas persisten a pesar de tomar precauciones y utilizar tratamientos de venta libre, puede que sea momento de consultar a un oftalmólogo. Este podrá brindarle asesoramiento personalizado, recetarle medicamentos más fuertes o derivarlo a un alergólogo para que realice una evaluación más exhaustiva.

En casos poco frecuentes, la fiebre del heno puede provocar afecciones oculares más graves, como queratitis alérgica, en la que se inflama la córnea. Si experimenta dolor intenso, sensibilidad a la luz o un cambio significativo en la visión, busque atención médica de inmediato.

Cómo podemos ayudar

El equipo de Maculara puede brindarle asesoramiento sobre cómo cuidar su vista y mitigar los efectos de la rinitis alérgica. Si comprende los desencadenantes y toma medidas proactivas para proteger sus ojos, podrá minimizar las molestias y volver a disfrutar de la primavera y el verano.


 
 
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